CRYMES ha recorrido un largo camino desde su formación hace tres años, y su más reciente álbum, Sombra Futuro, es una clara representación de su evolución. “Desde el inicio, el mayor reto fue entender que somos una banda y encontrar nuestro sonido”, comenta la banda. Los primeros trabajos fueron una búsqueda individual de cada miembro, pero este álbum representa la síntesis de todo, la convergencia de sus ideas bajo una misma bandera.
El sonido de Sombra Futuro es una mezcla variada que va desde el rock hasta el trap y reggaetón. “Nosotros siempre hemos dicho que hacemos rock, pero no nos interesa definirnos por un género. Nos gusta hacer música de la manera que la entendemos”, explican. Este enfoque despreocupado hacia las etiquetas musicales ha permitido a CRYMES explorar una amplitud de géneros sin perder su esencia.
Lo que más destaca de la banda es su capacidad para integrar géneros diversos sin perder una narrativa coherente. “La filosofía del grupo siempre ha sido hacer música porque queremos, no porque sea tendencia. No buscamos hacer un corrido porque esté de moda o un reggaetón porque funcione en un club; simplemente hacemos música de manera honesta”, dicen.
Este sentido de libertad también se ve reflejado en las letras. La composición lírica de Sombra Futuro ofrece una gama de emociones y experiencias humanas, desde la fiesta hasta la introspección profunda. “Cuando uno se siente libre, las ideas fluyen sin filtros. Nos cuestionamos quiénes somos, hablamos de relaciones, de rupturas, de soledad. Es un reflejo de lo que vivimos y sentimos como banda”, aseguran. Esta honestidad ha permitido que el público se sienta identificado con su música. “Nos escriben personas diciendo que una canción nuestra los hizo sentirse acompañados en momentos difíciles, y eso nos motiva a seguir siendo auténticos”, añaden.
La portada de Sombra Futuro es igual de simbólica que su contenido musical. El arte gráfico, realizado por uno de los miembros de la banda, representa un personaje con una espada, luchando solo. “El futuro es hacia donde vamos y las sombras son esas partes que siempre te acompañan, sean positivas o negativas”, explican. Este concepto de dualidad impregna tanto la imagen como el sonido del álbum, que explora esa constante lucha interna con la que todos podemos identificarnos.
