Entrevista con Saúl de Santos: “Lo complejo de lo extraño”

Con una taza de café en mano y la energía todavía despertando, Saúl de Santos me recibe en la videollmada. Entre risas y comentarios sobre lo ajetreado de nuestros días, comenzamos a conversar sobre su nuevo álbum. Con una mezcla de sinceridad y vulnerabilidad, nos adentramos en los detalles de su proceso creativo, las emociones detrás de cada canción y cómo ha evolucionado como artista.

Saúl, cuéntame cómo has estado hoy. ¿Qué tal va tu día?

Bien, bien, apurado y también contento de hablar contigo”, responde, riéndose un poco. “Amanecidos apenas, pero aquí estamos sacando los pendientes importantes, como esta charla. ¿Tú cómo estás?”

Me uno a su entusiasmo, y con esa energía empezamos a hablar sobre lo que lo ha traído hasta este punto: su nuevo álbum. El título, Lo Complejo de lo Extraño.

¿Qué significa para ti Lo Complejo de lo Extraño? ¿Cómo refleja lo que has estado viviendo?

Bueno, tal vez no ahora, pero sí en el momento en que lo trabajé, ese título encapsula una etapa muy extraña para mí. Sentía cosas que no lograba digerir del todo. De hecho, la canción que lleva ese nombre va justo por ahí. No me sentía cómodo ni siquiera saliendo con amigos, no encontraba paz en el ocio. Traté de comprenderlo a través de la música, aunque no sé si lo logré del todo. Pero intenté darle sentido a través de las canciones.

Saúl habla de esa etapa de incomodidad con una sinceridad que realmente toca. Todos hemos tenido esos momentos en los que las emociones nos superan, y escuchar a Saúl compartir sus propias luchas resulta casi un alivio. Es admirable cómo convierte esas experiencias en música, logrando que cada canción no solo cuente su historia, sino que también nos hable a nosotros de alguna manera.

¿Sientes que esa etapa de incomodidad fue necesaria para alcanzar un nuevo nivel de bienestar o claridad?

Totalmente. Son esas etapas incómodas las que a veces necesitamos atravesar para llegar al otro lado, donde encontramos algo de bienestar. El ser humano es extremadamente complejo, y podemos experimentar todas las emociones en un solo día. Aunque ya no estoy tan sumergido en esa fase, fue una etapa que necesitaba procesar, no solo por ocio, sino por otros detonantes también.”

¿Hubo algún otro detonante que te llevó a escribir este álbum?

Sí”, había sacado un álbum antes llamado ¿A Dónde Vas a Ir? que era acústico, una especie de cierre de ciclo con canciones viejas y algunas nuevas. Pensaba tomarme un break después de eso, pero no me sentí satisfecho. Así que decidí explorar algo más mío, algo que saliera completamente de mí, más allá de los covers. Quería escribir sobre la muerte, la pérdida, sobre cosas tristes que necesitaba expresar. Y esa fue otra gran motivación para este álbum.

¿Hay alguna canción del álbum que te gustaría compartir en particular con tu audiencia?

Sí, hay una canción que me destrozó cuando la escribí, pero que también la quiero mucho. Habla sobre la pérdida de un hijo, inspirado en la historia de una conocida que perdió al suyo. Ella misma me pidió que escribiera sobre eso, pero fue una tarea muy difícil, no es algo que se toma a la ligera. Inicialmente, no quería hacerlo porque sentía que era un tema externo a mí, pero al final me di cuenta de que la música también trata de componer situaciones hipotéticas, de explorar emociones que, aunque no vivas directamente, puedes entender.

¿Podrías compartirnos algún verso de esa canción que te haya marcado especialmente?

Claro, hay una parte que dice: ‘Los motivos no sintieron tus palabras, tus anhelos’. Para mí, esa línea encapsula todo el dolor de la pérdida. Es como decir: ‘No tuvo ningún sentido que te hayas ido’. Es una frase que me golpeó fuerte mientras la escribía.

¿Cómo aplicas en tu vida personal esa idea de no escapar de los momentos difíciles, sino vivirlos plenamente?

Es clave no reprimir lo que sentimos. No hay que huir de las emociones, porque eso enferma. Hay que atravesarlas, sentarse con ellas y respirarlas. A veces necesitamos ayuda externa, ya sea de amigos o profesionales, y es normal. Pero es fundamental no quedarnos estancados en el dolor. En mi caso, canalizo mucho a través de la música, y por eso estoy agradecido de tener ese espacio creativo.

Hablando de evolución, ¿cómo has cambiado como artista en este tiempo?

Ha sido un proceso difícil. Para serte sincero, en la última entrevista que tuvimos no estaba bien. Tuve una caída fuerte de autoestima y motivación musical. Todo pasó tan rápido: el éxito viral, los conciertos, coincidir con gente, y todo me cayó de golpe. Pero después entendí que no le debo nada a nadie, más que a mí mismo. Y también recordé el apoyo de las personas que me han acompañado en este viaje. Ellos me levantan cuando no me siento bien.

Me di cuenta de que me queda mucha vida por delante. No quiero quemarme, quiero disfrutar cada etapa y que se note mi evolución personal y musical. Este álbum es parte de ese proceso.

Para cerrar, ¿qué viene después para Saúl de Santos? ¿Seguirás explorando el estilo que marcaste en este álbum o te ves incursionando en otros géneros?

No me gusta casarme con nada, incluyendo géneros musicales. Hasta ahora, me he sentido muy cómodo con este estilo, pero no descarto probar cosas nuevas. Quizá en algún momento me veas haciendo algo completamente diferente, pero por ahora, me quedo con lo que me hace sentir más conectado.

En resumen, la autenticidad de Saúl de Santos al compartir sus luchas personales y transformarlas en música es inspiradora. Nos recuerda que, aunque todos enfrentamos momentos difíciles, siempre hay una manera de canalizar esas experiencias y encontrar algo positivo en ellas. Su música es un reflejo sincero de sus emociones y de su crecimiento como artista, y eso es lo que realmente conecta con nosotros. Gracias por compartir tu historia, Saúl. Estamos ansiosos por escuchar más de tu música en el futuro.

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