Isla de Caras presenta su nuevo álbum: Líneas Generales

Líneas Generales, el nuevo álbum de Isla de Caras, irradia una vivacidad que sorprende y fascina. Y es que, si bien se trata de su cuarto disco de larga duración, presume el ímpetu de una banda revelación. Claro que Isla de Caras tiene su recorrido: se formó casi una década atrás, a partir de la iniciativa del cantante Lautaro Cura, y hace tiempo ya que se volvió un quinteto. Pero sus nuevas canciones contienen precisamente eso que muchos grupos suelen perder con los años: la frescura.

Coproducido por Matías Cella y grabado en tierras mexicanas, en el mágico estudio El DesiertoLíneas Generales significa un paso importante en la carrera de Isla de Caras. Es un disco que testimonia un crecimiento, en todo sentido. Pero también es un disco con el que consolidan una dinámica verdaderamente colectiva, una forma de operar que no hace más que reafirmar su identidad como banda, luego de compartir giras y aventuras, de interactuar y experimentar en la sala de ensayo, de sacarle provecho a los enviones creativos y de celebrar la química grupal. “Líneas Generales surgió de la necesidad crónica que tenemos de juntarnos a hacer música entre los cinco”, dice Lautaro.

“México, montaña, mescalina”, arroja aleatoriamente el frontman de la banda, para trazar algunos puntos de unión en “Veneno”, el tema que abre Líneas Generales. La altura, natural o inducida, es una sensación recurrente. Despegar del piso parece fácil con un inicio así, suerte de oda screamadélica, orquestada como debe ser: en sentido ascendente, de menos a más. Hay teclados eminentes. Hay guitarras con slide. Hay una batería de golpes precisos. Hay un bajo que sostiene y resuena con propósitos emocionales. Hay panderetas incansables y coros espirituosos. Ellos señalan “algo medio sónico” que se reveló tocando juntos, en la sala. También hablan de una instrumentación más “desfachatada”, de “una cosa más tocada”, de un rock en estado de ebullición y elevación, un poco influenciados por la movida madchester“Por eso el disco se grabó en vivo”, remata Lautaro.

“A diferencia de los discos anteriores, algunas canciones nacieron en los ensayos y de la necesidad de volvernos una banda en vivo cada vez más potente”, dice Lautaro, y enseguida completa: “También, si se quiere, había una intención de acercarnos al gran cancionero nacional”Líneas Generales, de hecho, se inscribe en la gran tradición del rock argentino. Y tiene sentido: Isla de Caras, con este disco, no sólo se reconoce como una banda que funciona como tal, sino que sabe situarse, en un tiempo y un espacio, como parte de una cultura y heredera de una historia. La presencia de Marcelo “Cuino” Scornik, letrista de himnos de Andrés Calamaro como “El salmón” y “Estadio Azteca”, no es una casualidad. Había un deseo expreso de colaborar con él. Lautaro: “Pedí conocerlo a la discográfica, quería escribir con él. Sentía que podía acortar el camino hacia algo más popular. Y el clic fue inmediato. Tuvimos y tenemos una conexión especial”.

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