En punto de las 9 de la noche inició en Sala Forum la presentación de Javier Blake, después de un par de años sin presentarse en Puebla volvió y en esta ocasión con full band. La velada inicio con Antonio Niram como abridor de Blake.
El público coreo “Austin” un relato que destila la esencia del amor y la pérdida en un viaje sonoro que nos transporta a través del tiempo y los recuerdos. La canción tiene una declaración que encapsula la esperanza pérdida y la inevitabilidad de la separación. Aunque el tiempo pueda olvidar, y lo que no es tuyo se alejará, la convicción de que ambos estaban destinados a estar juntos al final persiste como un eco melancólico que se desvanece en la distancia.
Durante la mitad de su presentación Blake recibió un peluche de Doctor Simi caracterizado como Javier.
Por su parte “Cuenta hasta diez” es una odisea musical que nos sumerge en las complejidades de las relaciones humanas y las efímeras promesas del amor. El coro, con su repetición de “Cuenta hasta diez”, se convierte en un recordatorio constante de la necesidad de pausar y reflexionar. La dualidad entre la idea de que los sueños no se pierden, sino que se disuelven, y que el amor nunca se acaba, sino que cambia de cama, refleja la ambigüedad de las relaciones humanas y la inevitable evolución de los sentimientos a lo largo del tiempo. Nos enseña que, aunque los sueños puedan disolverse y el amor cambie de cama, la música es el testigo eterno de nuestras experiencias emocionales.
El setlist completo estuvo compuesto por:
- Bomba atómica
- Rompeolas
- Estúpido adiós
- Talismán
- De esos besos
- Cosas de grandes
- Girasol
- No hay sistema
- Cicatrices
- Dice que se va
- Romeo
- Austin
- Reglas
- Cuenta hasta diez
- No me provoques
- Replica
“Replica” toda una composición que se despliega como un lienzo sonoro repleto de emociones turbulentas y experiencias intensas. Desde los primeros versos, el narrador nos sumerge en un torrente de pérdidas y desafíos. La referencia a perder más que tiempo, con la cabeza aparentemente extraviada, establece un tono oscuro y enigmático. La búsqueda de versos y la alusión a la sangre que fluyó de agujas en las venas sugieren un viaje por territorios oscuros y dolorosos. Su coro, con su repetición de “Peligro de réplica”, añade una capa adicional de urgencia y advertencia. Es como si el narrador estuviera advirtiendo sobre la inminencia de consecuencias y repeticiones peligrosas. Sus metáforas y las imágenes poéticas pintan un retrato intenso y complejo de un individuo que enfrenta sus propios demonios, dejando una marca imborrable en el tejido de la canción. Finalizando con un perfecto show.
Javier Blake se despidió de Puebla con un caluroso abrazo, mientras en publico gritaba eufórico por tremendo espectáculo lleno de lagrimas y de momentos nostálgicos. Próximamente se presentará en Cuatitlán, Texcoco, León, Tlaxcala entre otras ciudades.