“Me Da Igual,” tres palabras en español que ruedan por la lengua, título perfecto para un tema de sensualidad exacerbada. Una canción en la que las curvas del bajo se ven realzadas por una guitarra elegante. Una llamada a liberarse de las órdenes de agradar a toda costa, de ser bella, perfecta, estilizada. Y a recuperar el cuerpo abandonándose a la euforia de la danza, escuchando las sensaciones más leves que proporcionan el movimiento y el sonido. Una invitación a sintonizar, sobre todo, con el ritmo de tu propio pulso.
Con este primer single, podemos sentir la intensidad de los clubes y las noches en vela, de las luces estroboscópicas y las bolas de discoteca, imágenes que quedan grabadas para siempre en nuestros cuerpos y nuestras mentes. Los destellos del French Touch, que iluminaron el mundo del pop y el electro con virtuosismo y elegancia e hicieron bailar a L’Impératrice durante su adolescencia. Es ese resplandor el que lleva hoy el sonido de L’Impératrice, como un impulso.
Hace tres años, Tako Tsubo, disección de un corazón zarandeado por sus emociones, llevó a la banda a dar la vuelta al mundo. México, Estados Unidos, Europa… Al enfrentarse a otros lenguajes, otras perspectivas y territorios, L’Impératrice refuerza los suyos y rompe definitivamente sus fronteras.