El sábado 17 de mayo, María José brilló con luz propia en el escenario del Tecate Emblema, demostrando por qué es una de las voces femeninas más icónicas y queridas del pop mexicano. Desde el primer instante, la cantante se adueñó del escenario con una presencia arrolladora y una energía contagiosa que mantuvo al público atento y entregado durante toda su presentación.
Su setlist fue un recorrido por su carrera, combinando con maestría clásicos que marcaron generaciones —como “¿Quién Eres Tú?”, “Adelante Corazón” y “Me Equivoqué”— con canciones más recientes que reflejan su evolución artística y su constante búsqueda de nuevos sonidos. Esta mezcla de nostalgia y modernidad creó una atmósfera vibrante y emocionante, donde cada tema fue coreado con entusiasmo por una audiencia diversa y apasionada.
Más allá de su potente y afinada voz, María José ofreció arreglos renovados que dieron frescura a sus canciones, acompañados de una producción visual cuidada que incluyó juegos de luces y pantallas que potenciaron el espectáculo sin restarle protagonismo a la música. La artista también tuvo momentos de cercanía con el público, compartiendo anécdotas y agradecimientos que hicieron que la experiencia fuera aún más especial.
El show no solo fue una celebración de sus éxitos, sino también una demostración del profesionalismo y la pasión que María José pone en cada una de sus presentaciones. Su capacidad para conectar y emocionar quedó patente en la reacción del público, que no dudó en acompañarla cantando y bailando sin descanso.
La participación de María José en Tecate Emblema reafirma su lugar como una figura fundamental del pop mexicano contemporáneo, capaz de unir a distintas generaciones en una sola voz y un solo ritmo. Sin duda, fue uno de los momentos más memorables del festival.
